En un orgullo poder decir que uno de los proyectos más audaciosos y atrevidos de mi vida finalmente pudo salir del papel para el plan real.
En 2015 creé Larica, en realidad, nombré los alfajores y brownies que producía – y vendia – en la oficina donde trabajaba porque estaban empezando a preguntar por encargos y necesitaba una identidad. Desde entonces las cosas fueron creciendo, siempre de manera orgánica. Larica en realidad significa bajón en portugués, no se si alguna vez mencioné por aqui, pero a los que vienen a casa cenar, seguro conté toda la história.
Desde siempre sentia las ganas de cocinar para un grupo pequeño de personas de manera menos formal, sin mozos, sin menu, sin nada muy planeado. La idea era crear un menu a cada ocasión, manteniendo así la originalidad y identidad del proyecto, aprovechando los productos y produtores local para ofrecer una experiencia linda, desde su primer plato hasta el postre. Y creo que lo logré.
Nuestro primero menú comienza con salmón curado por 42 horas y termina con un delicioso brownie de chocolate y frutilla acompañado de helado, pasando por un gaspacho bien frío y por el prato principal: costillas de cerdo con tomates confitados y boniatos al horno. Que Rica!
Quisiera agradecer a todos los nuestros invitados que hicieron de esta primera experiencia una noche memorable. Gracias a todos por la presencia y les esperamos en la próxima cena!
